sábado, 22 de enero de 2011


Ser honesto consigo mismo hace crecer al corazón,
el alma se mantiene jubilosa
y los años construyen la pirámide del Amor.
Un sonido me mantiene cerca de la tierra,
el ritmo de mi latido es fiel a mi música,
y desde la pirámide diviso mi horizonte.


1 comentario:

Javier Díaz Gil dijo...

Somos equilibrio inestable. Nos elevamos a pesar de las heridas y apoyados en ellas.
Somos de la materia de la tierra, roca y arena, desde ella nos elevamos a la luz.
Todo eso es tu escultura.

Un beso Mariló, gracias por compartirla