sábado, 27 de noviembre de 2010


La Musa que canta, que sopla al oído que no declines, que eleves tu alma al sonido de tus pies.
La música resuena bajo la tierra y las notas de tu corazón devuelven la melodía del viento.
El viento que encontré abriendo las puertas de tu corazón, para escuchar las notas de su Musa. Es su melodía, la que abre y cierra puertas, la que te descalza, la que te alimenta, te acuna en la vigilia, no desiste en tu camino.
Agarrada a tu mano, dirige tus pies, entrega tu corazón a la tierra.
El fuego calienta tus manos y tu dedo señala a las estrellas, luces entran por las puertas, convirtiéndote a la creación.

1 comentario:

Javier Díaz Gil dijo...

Precioso texto y bella escultura que quiere crecer y prolongarse en el cielo.
>Un beso Mariló
Javier