martes, 10 de abril de 2012




LA HERMOSA MELANCOLIA
Quiero hablar sobre un artículo que leí en la revista literaria Mercurio, éste se titulaba La Hermosa Melancolía. Este título hacía referencia a uno de los maestros del manga japonés, Jiro Taniguchi.
Nos cuenta la revista que Taniguchi, es un hombre minucioso y amable, cuya obra, dirigida a adultos exclusivamente, comenzó a editarse hace una década en España, por la editorial Ponent Mon.
Es el representante de la evolución del cómic como entretenimiento infantil de quiosco a la edición de éste, como novela gráfica para librerías.
Taniguchi afirma:
“La melancolía es un remedio para equilibrar el espíritu… La melancolía no es una enfermedad, sino el estado más puro de un individuo y por consiguiente el más vulnerable”
Y aquí comienza mi reflexión; es maravilloso que alguien aborde la melancolía desde el equilibrio del espíritu. Llevar ese estado, a ocupar el lugar donde se encuentran, los dos estados opuestos por excelencia, del ser humano. Pienso que la melancolía es esa frontera, donde se encuentran la tristeza y la felicidad. Ese momento compartido con el silencio, hace posible el encuentro del hombre con un estado puro de consciencia.
El poder sobre el equilibrio emocional, podría transportar a la lucidez, al contacto con el aura del momento. Con la contemplación de la realidad de un instante. Nos dice Taniguchi, que ese estado es vulnerable, desde luego que lo es, pero considero que desde esa fragilidad se puede llegar a ese discurso interior. Podría abrir caminos para la lectura de nuestra intención más íntima.
Este artista lleva ese estado a sus obras, todo un privilegio para sus seguidores. Se dice de él, que es especialista en amaestrar narrativas lentas, lo que hace que cada detalle sea un deleite para el espíritu. Subordinarse a la lectura lenta y mantenerte alerta, es toda una virtud por parte de este artista, doy por hecho que este hombre mantiene una conexión con la creatividad melancólica. Opino que podría ser su natural forma de vida, una vida donde se podría saborear el silencio, se podría oler el viento, donde los matices se pudiesen sentir en la piel… Una vida donde los sueños, no fuesen sueños, sino vivencias de otras latitudes inexploradas, abrazando otras dimensiones…
En dos palabras, Pura Poesía, la capacidad para sentir que la melancolía es hermosa.

Mariló Rivera