sábado, 13 de diciembre de 2008


Camuflado en tu perfil, persigues el paisaje de la verdad, fluyes de las raíces que custodian la generosidad.
Afianzado en tu silueta, gravitas en mi mirada, verde es tu sueño, sueño de ojos que observan cada paso que das.
Vuelves a resurgir, te acomodas en las raíces, tus huellas, mis palabras. Y apareces, nunca te fuiste.
Rojo, cicatriz de un pensamiento, verde, raíz de un sueño. Y el perfil en negro, tu silueta.

1 comentario:

Javier Díaz Gil dijo...

Rojo y negro: la sangre y la noche. La vida y la oscuridad.
Precioso, de verdad.
Un beso grande