viernes, 29 de agosto de 2008
Ráfaga
Una y otra vez vuelves, detonando en mis ojos la jerga del miedo... Y zozobra en mis pensamientos...
Gestos del interior, frescos ojos que fraternizan con el tiempo, ahogan el silencio hasta penetrar en él mismo...
Me agarro, me aferro, retorciéndome en él... Saboreo la distancia, pulveriza mis palabras... Llega hasta mi garganta y se vuelve alarido...
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4 comentarios:
Volutas de humo, mezcladas con el pensamiento, que todo lo desdibuja y nos deja secas las palabras...azpeitia
...pero las palabras se inspiran mutuamente, siempre vuelven victoriosas...
Tienes razón creo que las palabras siempre vuelven victoriosas. A veces nos matan y otras matamos. De cualquier modo, siempre ganan.
Y si ganan las palabras, triunfaremos nosotros...
Un beso Celia.
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